lunes, 15 de marzo de 2010

De mi, para mi.

Estás atravesando en esos días de racha, negra racha.

Lees un par de blogs, terminas cosas pendientes, relojeas la tele, haces todo junto porque no hay tiempo que perder.


De repente como inútil e irrespetuosa catarata de spam que impunemente se cuela en tu bandeja de entrada en esa casilla a la que no te escribe nadie y te emocionas con un mail, descubrís la última noticia que pretendías para el día de hoy, que fue bastante largo por cierto.


Ya pasaron varias decenas de minutos de esas sensaciones encontradas, de esos impulsos contenidos, de esos arranques camuflados detrás del pensamiento de:

- todavía soy un ser racional y de buen gusto. Yo soy diferente. No me manejan los arranques, y además ya no sos el centro de mi vida, ok?.

Por lo tanto, decidís dejar enfriar las cosas ya que no es el mejor momento para manejar la situación “políticamente”. Por otra parte, también, podes no contestarle nada y reducir la situación a la mismísima nada con total e impune indiferencia. Pero claro, sabiendo como sos, conociéndote, sabes bien que la primera que explota por los aires sos vos…


Y tus sentidos dicen que pares, que mañana será otro día, pero la cabeza todavía no se quiere ir a dormir. Y seguís maquinando. Seguís pensando. La seguís pensando. Hubo una recaída, como las recaídas de siempre, que duran bastante más de lo que una quisiera y que para colmo de males, este efecto residual tiene el tupé de acumularse con el resto de tu vida, que para varias es un caos.


Bien. Todo es un completo caos. Todo está impecablemente desordenado. No importa, te manejas como pez en el agua en estas situaciones. Ya estás acostumbrada, o resignada, ponele.


¿Qué hubiese pasado si hubieras acudido a ese llamado desesperado de… te extraño, veámonos ya, me muero por verte, necesito un beso tuyo? Que hubiese pasado si escuchabas esas quemadas, trilladas, vacías, palabritas de cuentitos de hadas sin príncipes? ¿Qué te hubiese pasado a vos si la escuchabas? ¿Qué hubieses sentido de saberla vulnerable, frágil, triste por vos, por tu ausencia, por tu mirada, por un solo beso tuyo una sola vez mas? Que te hubiese pasado con ese interrogante que te clava sin anestesia, con esa puta pregunta que te da vueltas la cabeza, que te hubiese pasado al escuchar que pasa con “esto” si no nos vemos nunca más?


Una lectura posible, una lectura sana, sería: Ella está peor de lo que pensabas, no te enganches más. Porque ya la conoces. Ya sabes como es, ya sabes cuando va, cuando viene, y cuando vuelve. Ella es así y pero pareciera que vos no lo queres entender. Pareciera que la que no quiere entender como son las cosas sos vos, la que siempre en estos casos está diciéndole a todo el mundo: Si, si, ya se. Es así, sabes como la conozco!!

Pero nada, una y otra vez la dejas que te haga la cabeza. La dejas que genere en vos estos post sin sentido a estas horas en las que tendrías que estar en el 5to sueño. Hasta en eso te caga, boluda! ¿Cuándo te vas a dar cuenta?


Es patológica. Pensalo. Ya se, porque ya lo pienso. Grabatelo.


Me quedo sin cigarrillos cuando más tengo ganas de fumar. Son estas rachas de mierda, ahora todas las cosas se tienen que poner de acuerdo para venir a romper las pelotas en un mismo momento? Quien es el ser, ente o pedazo de hijo de puta que administra este tipo de cuestiones? digo, alguien debe regular las buenas y las malas rachas. ¿A dónde se lo puede ir a buscar?


Si tiene blog, que me deje comentario así le respondo y lo mando a laputamadrequeloremilpario.


Me fui a dormir.

Yo.

viernes, 12 de febrero de 2010

miércoles, 3 de febrero de 2010

Tengo una idea





Las noches de lluvia en tiempos de sequía, deberían estar prohibidas.








pd: No es justo que esté lloviendo así, y vos allá, y yo acá, tan lejos.

domingo, 31 de enero de 2010

pucha

Hace mucho que no me sentaba a tratar de escribir, y pensar que antes casi lo hacia compulsivamente. Hace un tiempo ya que llego hasta la tercera línea y desisto de la idea.

Es tarde, debería estar durmiendo hace mucho. Pero insisto en quedarme acá y seguir con esto. Ya es casi un capricho. La idea central es no nombrarte. Van cuatro líneas y casi lo estoy logrando.

Una vez lo escuche en una canción de alguien, donde va todo lo que ya es pasado? o no es pasado por estar vivo todavía en alguna parte? el pasado vive en el recuerdo, y el recuerdo sos vos.

Cagamos.

Ya te nombre.

bah, No, no te nombre, pero ese vos se refiere a vos. Y eso tampoco valía.

Stop!!! Mejor me voy a la cama, a ver si todavía la embarro más.

lunes, 14 de diciembre de 2009

vos

Me revolvés el alma. Me revolvés la piel.
Tan irresistiblemente linda, tan impune.
Desatas esa irrefrenable necesidad de apagarme en tu boca.

lunes, 5 de octubre de 2009

La verdad de toda una mentira.

El tiempo nos marcó años de ausencia pero siempre se encargó de entrelazarnos, yo no se porqué, quizás sea para no desacostumbrarnos. O quizás también fue nuestra forma de borrarnos sin desaparecer, por ese miedo que siempre nos dio lo irreversible del olvido, del nunca más, del para siempre. Nuestra historia siempre se escribió con finales abiertos, dudosos, oscuros, tristes, solos, ausentes.


Estos años sin sabernos, se sucedieron unos a otros casi iguales. Me perdí en unos cuantos besos y en algunas camas, pero casi siempre elegí despertar sola. Algunas veces me iba para encontrarme en tu recuerdo y preguntarme hasta el hartazgo que habrá sido de vos. Pero seguí, siempre seguí. Si no volvías vos, como me tenías acostumbrada, lo hacía yo. Después volvía a irme enamorada de alguna boca que juro me deslumbraba y creía olvidarte. Abrazada a otro cuerpo, alguna noche te saqué del recuerdo y hablé de vos. Alguna voz que me importó demasiado, se animo a decirme que nuestra historia no tenía porque terminar así. Después de enojarme, de arrancarla, de olvidarla, de reconciliarme y tatuarme a fuego no volverla a ver, me permití dudarlo. Quizás esa voz de otro planeta tenía más razón de lo que yo pensaba. Igual, me dolió mucho.


Después, vinieron años más estables, años más completos y repletos de seguridad, que como todo lo perfecto se esfumó no se bien cuando.


Hoy, a la vuelta de una esquina cualquiera me encontré de frente con toda tu ambigüedad. Pronunciaste esas palabras calcadas como si estos 10 años no hubiesen pasado jamás. Diez mil invitaciones, diez mil proposiciones, la excusa era una: vernos.

Y yo respiré, temblé, y trague diez años enteritos de juramentos, de promesas, de olvidos, de idas, vueltas, y del sabor de esos besos que jamás nos dimos vaya a saber porqué. Quizás somos tan iguales hasta en eso: cobardía.


Creer que te gané, creer que te manejo, creer que son mis tiempos, creer que ya no me moves nada de nada, creer que no tenés razón, que ya no jugás conmigo, que te controlo, que te pongo, te saco y si quiero te escondo… es la mejor manera de mentirme. Como me gustas, te quiero como te necesito. Ni yo puedo creerlo, pero así de simple es.


La verdad de toda una mentira: se que ese café quizás se vuelva a enfriar otros diez años.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Otro septiembre

Mañana voy a despertarme sin tu piel en mi cama
sin el sabor de tus besos
sin tu calor entre las sabanas.

¿Esto terminará pronto o resulta que ya es para siempre?
Que septiembre distinto al anterior.
Nunca nos supe tan indiferentes.